viernes, 25 de enero de 2019

El Merecimiento

El Merecimiento


Podemos decir que el merecimiento está conectado con la prosperidad.  Si no me siento merecedor(a), no puedo manifestar en mi vida una buena salud, buenas relaciones, dinero, abundancia o cualquiera de las cosas maravillosas que la vida tiene para ofrecernos.

Normalmente, el sentirnos no merecedores viene de la infancia, nuestros padres tal vez nos decían que si no hacíamos esto no obteníamos lo otro, que para poder poder jugar teníamos que terminar con la tarea, que si no sacábamos buenas calificaciones no íbamos a ir de viaje y así podemos tener muchos ejemplos.  Como adulto procesamos que para poder tener éxito, tenemos que realizar un esfuerzo extraordinario para lograr nuestras metas y que para conseguir algo bueno, tenemos que hacer algo para merecerlo.

No estamos acostumbrados a sentirnos merecedores y es algo que de adulto debemos trabajar de manera consciente.  Tenemos que identificar las creencias o programaciones que mantenemos todavía en torno al merecimiento.

Lo normal es que nos sintamos merecedores de todo lo bueno que el universo tiene para darnos.

Ejercicio

Para trabajar el merecimiento siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y di mentalmente "Soy merecedor(a)" y ahora percibe si en tu cuerpo sientes alguna molestia, si esto sucede pregúntate: ¿Que es esto? La respuesta podría ser miedo, bloqueo, ansiedad, estrés o cualquier otra emoción negativa.

Luego comienza a respirar a través de la parte afectada hasta que dejes de percibir la molestia, si después de 3 respiraciones, la molestia continua, di mentalmente, dejo ir, me libero, suelto, soy libre, hasta que ya no sientas la molestia.

Cuando ya estés libre de la molestia vuelve a respirar con la intención de llenar el espacio vacío que dejó la molestia.

Sonríe y di "Soy merecedor(a)" hasta que te sientas feliz y lo creas desde el fondo de tu corazón.